La factura electrónica es un producto nuevo que está dando sus
primeros pasos dentro del mercado de capitales doméstico. Desde
distintas instituciones del mercado y gubernamentales buscan potenciar
dicho instrumento para que las pequeñas y medianas empresas encuentren
una vía de financiamiento más conveniente.
Por el atractivo y conveniencia del producto, desde Byma esperan
que el producto crezca aproximadamente 20 veces en los próximos 5
años.
La SePyme se encuentra activa, desarrollando la factura de crédito
electrónica ya que permite que las Pymes; logren obtener
financiamiento a una tasa más beneficioso. Por su parte, desde Caja de
Valores afirman que desde hace dos años que vienen trabajando con AFIP
y SePyme.
Según MAV, actualmente se operaron 259 facturales de crédito
electrónica. Hasta el viernes se habían negociaron 241 facturas por un
total de $380 millones. Entre ellas, se encuentra una factura en euros
y 17 en dólares. Por su parte, según comentaron desde Caja de Valores,
tienen en custodia 292 facturas por un total de $ 402 millones,
1355 euros y u$s 602.000.
Caja de Valores mantiene como custodio a la factura de crédito
electrónica y la misma se desenvuelve luego como un bono. Actualmente
el 80% de las facturas depositadas en Caja de Valores se negocian a
través del Mercado Argentino de Valores (MAV) y el restante 20% del
total se negocian de manera privada.
Alejandro Berney, director ejecutivo de Caja de Valores sostuvo que
desde Byma esperan que el volumen de las facturas de crédito
electrónica negociadas en el mercado crezca aproximadamente 20 veces
en los próximos 3 a 5 años.
“Le vemos un potencial importante a la factura electrónica y creemos
que el volumen en dicho producto puede aumentar 20 veces respecto del
tamaño de hoy. Como parámetro podemos observar que,
en la región, el negocio de financiar Pymes contra factura
electrónica suele ser de entre 5% al 10% del PBI. En Argentina es
del 0,3% del PBI y, como muchos otros indicadores financieros,
estamos subdesarrollados”, explicó Berney.
Por otro lado, el hecho de que el instrumento sea electrónico hace que
crezca el potencial sobre dicha vía de financiamiento.
“Como es electrónico vemos que el potencial es muy grande.
La Pyme está vendiendo un instrumento de un pagador que tiene mucha
mejor calidad crediticia que la propia Pyme. Se ven descontadas muchas
facturas de multinacionales y de esta manera, la Pyme logra
financiarse asumiendo una tasa de interés mucho más conveniente
respecto de si lo hiciese por su cuenta o buscando algún tipo de
garantía”, comentó.
En cuanto a los tiempos, el director ejecutivo de Caja de Valores
entiende que dicho potencial debería ser alcanzado por lo menos de
entre 3 a 5 años.
"Tenemos contabilizado que hasta ahora se descontaron 241 facturas
de 65 empresas, lo que implica que muchas de ellas repitieron el
proceso.
Para cada una de las Pymes y de las empresas grandes, es un
aprendizaje. Por ejemplo, ahora las empresas deben pagar la factura al
vencimiento de manera diferente dado que ahora el pago se hace a Caja
de Valores”, dijo Berney.
El “factoring” tradicional implica que una empresa le adelanta a
dinero a otra contra una cesión de una factura. La operación se suele
llevar a cabo mediante un escribano que constata la entrega de dicho
instrumento. Este proceso es engorroso ya que hay que contratar al
escribano, sumado el costo que contempla contratar a dicho
profesional. Al generarse la factura electrónica,
la transferencia se hace de forma electrónica y sin necesidad de
escribano que confirme la sesión del instrumento, haciendo más
eficiente y eficaz todo el proceso.
Fernando Luciani, director ejecutivo del MAV dijo que
"indudablemente el trabajo que se hizo desde el mercado de
capitales es muy importante, hay mucha inversión tecnológica y
recursos humanos trabajando para que el sistema funcione. Además AFIP
y el Estado invirtieron mucha energía en el tema".
Si bien la factura de crédito electrónica está dando sus primeros
pasos, en el último tiempo se han desarrollado distintas vías para que
crezca dicho producto, sumado al interés de los Bancos en tomar a las
facturas como vía de financiamiento para las Pymes.
“Hay plataformas electrónicas que se dedican a generar facturas y
sistemas de contabilidad a las Pymes y, de paso, se le agrega la
posibilidad de que venda su factura para financiarse. Asimismo,
estamos empezando a ver que además de comprar cheques, los bancos
también están comprando facturas. Vemos que todo el mundo físico se
está moviendo hacia el mundo electrónico”, dijo Berney.
Fuente: Lunes 18 de Noviembre de 2019 - (Diario El Cronista)